Empezamos el mes de septiembre con mucha fuerza, con las pilas cargadas después de las ya "muy lejanas" vacaciones y con mucho trabajo, ¿qué más se puede pedir? Pues por pedir que no quede, yo me pido uno de estos, ¿quieres?
La receta de hoy no es más que el bizcocho de toda la vida, el que hacemos usando el vasito del yogur como medidor, este bizcocho va pasando de generación en generación, es muy muy fácil y nunca falla.
Es el que siempre he visto hacer a mi madre y partiendo de él como base, ya le puedes ir dando tu toque personal añadiendo pepitas de chocolate, frutos secos, daditos de manzana...
Lo único que tendremos que hacer para que nos queden los bizcochitos bajitos es repartir la masa en DOS moldes iguales de plum cake. Yo solo tengo uno, así que me tocó hacerlo en dos tandas. También podéis hacerlo en moldes desechables de aluminio (los venden en el súper).
Seguro que ya lo sabéis pero para los más despistad@s, necesitamos:
- 3 huevos
- 1 yogur de limón
- 3 medidas del vasito de yogur de harina
- 2 medidas del vasito de yogur de azúcar
- 1 medida del vasito de yogur de aceite de girasol
- 1 sobre de levadura
- la ralladura de la piel de un limoncito (Ojo! sin llegar a la parte blanca!)
- 250 grs. de chocolate negro (yo Nestlé Postres)
- 250 grs. de chocolate negro (yo Nestlé Postres)
* Podéis prescindir de la ralladura de limón y en vez de un yogur de limón usar un yogur natural, pero le da un saborcito muy suave y muy rico.
Ahora que ya lo tenemos todo a punto, precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo.
En un bol batimos los huevos con el azúcar, el yogur, el aceite y la ralladura de limón hasta que quede una masa homogénea. Después añadimos la harina junto con la levadura tamizadas y batimos hasta que se mezcle bien.
Repartimos la masa en los dos moldes previamente engrasados y horneamos durante unos 25 minutos, ya sabéis que el tiempo es orientativo, dependerá de vuestro horno :)
Cuando los bizcochos estén hechos los dejamos enfriar 10 minutos en el molde antes de desmoldarlos y pasarlos a una rejilla.
Una vez fríos completamente, fundimos el chocolate y cortamos porciones de unos 2 centímetros de ancho. Volcamos el chocolate en un cuenco donde bañaremos la parte inferior de los bizcochitos y los vamos colocando en una superfície lisa sobre papel vegetal. (yo lo hago sobre una bandeja con una lámina de papel vegetal, así me facilita transportarla en mi caso 10 minutines a la nevera para que acabara de solidificar el chocolate, sigue haciendo mucha calor!!)
Dejamos que el chocolate se solidifique y.... ¡a ver quién se resiste!
Salen bastantes bizcochitos, y ahí faltan los que me fui comiendo que no llegaron ni al baño de chocolate... no tengo remedio....
¡Espero que os animéis a preparar estos bizcochitos, saben requetemejor que los comprados y son mucho más sanos!
¡Besitos mil!